Mañana, martes 25 de abril, repetimos autora en la tertulia de Donostia: Natalia Ginzburg, esta vez con su novela Todos nuestros ayeres (1952). En Hernani leímos el mes pasado su libro Las pequeñas virtudes, una recopilación de once textos, narraciones y ensayos breves con una gran carga autobiográfica.
Natalia Levi nació en Palermo en 1916, en una familia acomodada. El padre era de origen judío y la madre era hija de un conocido abogado socialista. Siendo ella pequeña se trasladaron a Turín. Comenzó a escribir desde muy joven, ya en los años 30 publicaba relatos. En 1938 se casó con su primer marido, Leone Ginzburg, un intelectual antifascista de origen ruso, del que toma el apellido. Su familia y amistades fueron duramente represaliados por el fascismo, experiencias que aparecen una y otra vez en su literatura. Tanto la autora como su marido fueron condenados al exilio interior y Leone Ginzburg, que editaba un periódico clandestino, murió en prisión a causa de la tortura.
Natalia Ginzburg
Al terminar la guerra, la escritora comenzó a trabajar en la editorial italiana más importante de la época, Einaudi, lo que le llevó a relacionarse con muchos intelectuales. Se casó con su segundo marido, Gabriele Baldini, se instalaron en Roma después de una temporada en Inglaterra, y comenzó una etapa muy productiva en su carrera literaria: relatos, ensayos, artículos, obras dramáticas y novelas como la que comentaremos, Todos nuestros ayeres. Natalia Ginzburg falleció en Roma en 1991.
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Todos nuestros ayeres, también traducida como Nuestros ayeres, está narrada por una única voz, con frases muy breves y sencillas. En la novela no hay ninguna conversación. ¿Te ha llamado la atención el estilo utilizado por Ginzburg?
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El hilo conductor es la historia de Anna, la más joven de los hermanos, descrita como una chica perezosa, a la que Cenzo Rena llega a comparar con un insecto. ¿Cómo la definirías tú? ¿Por qué crees que Ginzburg la escoge como protagonista?
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La novela transcurre en Italia durante el auge del fascismo de Mussolini y la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, los acontecimientos históricos (bombardeos, holocausto, combates…) parecen estar lejos del foco. ¿Qué piensas al respecto?
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Aunque el tono es aparentemente apacible, sí se plantea una serie de sucesos graves: el suicidio de Ippolito, la muerte de la señora María, de Franz y de Cenzo Rena… ¿Hay alguno que te haya impactado especialmente? ¿Por qué motivo?
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Al final de la novela, y a pesar de todo lo sucedido, Anna vuelve a encontrarse en su ciudad de origen, en la casa familiar, rodeada de su familia y amigos que han sobrevivido a la guerra. ¿Qué interpretación das a esta especie de final circular?