Mañana martes, 20 de marzo, en la tertulia en castellano de la biblioteca central de Donostia charlaremos sobre El último encuentro, una novela del escritor húngaro Sándor Márai. Aunque la sesión de este mes debería haber sido el día 27, se decidió adelantarla una semana a petición del grupo.
Sándor Márai (de nacimiento Sándor Károly Henrik Grosschmid de Mára) nació el 11 de abril (14 según algunas fuentes) de 1900 en Kassa / Kosice, una pequeña localidad que entonces pertenecía al reino de Hungría (integrado en el Imperio Austrohúngaro), y actualmente se sitúa en Eslovaquia. Descendía de una familia acomodada de origen alemán; su padre era juez y político. Después de una adolescencia algo rebelde, estudió humanidades y literatura en la Universidad de Budapest, donde trabajó como editor y crítico literario. También comenzó estudios de periodismo en Leipzig, y trabajó como redactor. En la década de los años 20, disconforme con el gobierno pro-fascista de su país, residió entre Alemania y Francia. En París entró en contacto con las vanguardias estéticas y, en 1923, se casó con Lola Matzner, de origen judío.
Sándor Márai
Aunque al comienzo de su carrera literaria escribió en alemán, finalmente se decantó por su lengua materna, el húngaro, a la que atribuía una gran belleza fonética. A comienzos de los años 30 regresó a Budapest y ya en plena Segunda Guerra Mundial volvió a cargar contra el fascismo y el nazismo. Cuando el ejército soviético invadió Hungría en 1948, Márai (tachado de «decadente y burgués») se exilió en Suiza, después en Italia y finalmente en Nueva York, nacionalizándose estadounidense en 1952. A pesar de que en los años 30 su prestigio era comparable al de Stefan Zweig o Thomas Mann, la prohibición de su obra hizo que quedara en el olvido hasta la caída del comunismo. En 1989, se suicidó en San Diego, California. Sus tres hermanos, su mujer y su hijo habían fallecido en el lapso de un año y medio; Márai tenía 88 años y estaba enfermo.
Entre las obras más importantes de Márai traducidas al castellano podemos destacar Los rebeldes (1930), Confesiones de un burgués (1934), Divorcio en Buda (1935), La mujer justa (1941) o La hermana (1946). También El último encuentro, publicada en 1942. En esta novela, dos hombres a los que había unido una estrecha amistad se reencuentran para aclarar ciertos hechos del pasado que han marcado sus vidas. Julian Barnes señaló que esta obra estuvo en el origen de la idea que le llevó a escribir El sentido de un final, libro que se comentó en la tertulia hace algunos años. «Una novela en la que dos hombres conversan sobre algo que les ocurrió hace muchos años. Me impresionó mucho. La influencia de un gran libro mientras haces algo no te impone nada, sino que, en muchos casos, te libera, te instruye, te abre muchas posibilidades».
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En caso de que leyeras y recuerdes de qué trataba el libro de Barnes, ¿ves alguna relación entre el argumento de ambas novelas? Después de leer El último encuentro, ¿por qué crees que una obra escrita hace más de setenta años sigue inspirando a un escritor actual?
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Uno de los temas centrales de El último encuentro es la amistad: el general y Kónrad fueron grandes amigos, a pesar de sus diferencias. ¿Qué visión de la amistad se transmite en la novela? ¿Qué importancia tiene para los protagonistas? ¿A qué otros valores se asocia?
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El general ha reflexionado durante largo tiempo sobre lo que ocurrió entre Kónrad, Krisztina y él, y tiene varias preguntas que hacerle a su antiguo amigo. ¿Qué piensas de la forma en que resuelve sus incógnitas? ¿Crees que realmente llega a dar respuesta a sus inquietudes?
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La primera mitad de la historia funciona a modo de introducción, mientras que la segunda mitad es la conversación entre los dos amigos, que casi podríamos calificar como un monólogo. ¿Qué te ha parecido este libro en cuanto a su estructura, ritmo, estilo, lenguaje…?
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La novela tiene cierto poso de nostalgia. Los protagonistas han llegado a una edad avanzada (75 años) y han conocido un gran cambio de época. Además, el general ha vivido recluido, dando vueltas una y otra vez a sus recuerdos. ¿Qué sensación te ha dejado a ti la lectura?
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En la última escena, el general habla con Nini, su anciana criada. ¿Qué papel juega Nini en el relato? En realidad, ¿qué ocurre en esta escena y cuál es su trascendencia? ¿Cómo la interpretas tú?