El próximo martes en la tertulia en castellano de Donostia Kultura charlaremos sobre Loxandra, una novela de María Iordanidu. Aunque en el programa inicial esta obra estaba prevista para junio, se decidió adelantarla debido al cambio de fecha de la sesión con el escritor de Ordesa, Manuel Vilas (que finalmente será en diciembre). Para junio se ha añadido un nuevo título al programa: Bartleby, el escribiente, de Herman Melville, de cuyo nacimiento se cumplen 100 años.

María Iordanidu (o Iordanidou) nació en Constantinopla en 1897. Su padre procedía de la isla griega de Hydra y trabajaba como ingeniero en la marina mercante; su madre era originaria de la ciudad. Entre 1901 y 1909 la familia vivió en el Pireo, el puerto de Atenas, pero tras su divorcio la escritora regresó a Turquía, donde ingresó en el Colegio Americano Femenino de Scutari; siempre bajo la supervisión de su abuela, Loxandra. El estallido de la Primera Guerra Mundial mientras veraneaba en Georgia le obligó a vivir durante un tiempo con familiares en Ukrania. Con la Revolución Rusa, su retorno a Constantinopla se retrasó hasta 1919. A su regreso trabajó para una compañía norteamericana, aceptando un traslado a Egipto, donde conoció al profesor Iordanis Iordanidis, con el que se casó en 1923. La pareja se instaló en Atenas; allí tuvieron dos hijos y María aceptó un puesto en la Embajada Rusa. En 1931 se separaron pero ella permaneció en la ciudad. Su casa fue destruida durante la ocupación alemana, y ella fue detenida e internada en varios campos. Tras la guerra, sus conocimientos lingüísticos le permitieron volver a encontrar trabajo.
Fueron sus amigos quienes le animaron a poner por escrito las historias de su juventud en Constantinopla. Así, publicó en 1963 (a los 65 años) su primer libro: Loxandra, con el que tuvo un considerable éxito. Le siguieron otros títulos (no traducidos) inspirados por sus vivencias personales: Vacaciones en el Caúcaso, Nuestro jardín, o Como los pájaros locos. María Iordanidu falleció en Atenas en 1989.
- La historia de Loxandra gira en torno a la vida de su protagonista, matriarca de una extensa familia griega afincada en Constantinopla. Ella es alegre, dominante, hedonista, supersticiosa… ¿Qué rasgos del carácter de Loxandra destacarías?
- La ciudad tiene casi el mismo protagonismo que la propia Loxandra. Constantinopla ya una megalópolis en la época, a finales del siglo XIX y principios del XX: extensa, densa, vibrante y diversa. ¿Qué aspectos te han llamado la atención?
- Según se aprecia en Loxandra, dentro de la cultura griega la comida tiene una gran importancia. La narración se recrea en la descripción de los ingredientes, la preparación de los platos, sus sabores… ¿Qué crees que aporta todo esto al relato?
- Aunque el microcosmos de Loxandra parece inalterable, el contexto geopolítico es muy inestable: la convivencia entre comunidades está marcada por la violencia; es una época de guerras y conflictos. ¿Qué sensación te deja este contraste?
- La línea sucesoria de Loxandra pasa por su hija Klío y la hija de ésta, Ana (Roxani), alterego de la autora, que afirmó haber escrito esta novela como un homenaje a su abuela. ¿Te has parado a pensar que está escrita desde la memoria y la gratitud?
La cita para hablar sobre estos y muchos otros aspectos en torno a Loxandrá será el próximo martes, 28 de mayo. Nos encontraremos como siempre a las 19.30 horas, en el salón de actos de la Biblioteca Central (cripta de la calle San Jerónimo). También aprovecharemos para recoger propuestas de cara al próximo curso. ¡Te esperamos!